Muchos padres pueden sentirse confrontados ante la siguiente pregunta: “Si mañana fuera tu último día en la tierra, ¿qué le enseñarías a tus hijos? ¡Qué pregunta tan compleja!  Seguramente llevará un buen tiempo en responderla.

 

Quizás Salomón, uno de los  hombres más sabios del que se tiene registro en las Escrituras, y que escribió miles de proverbios, generando suficiente material como para discutir por años sobre diferentes temas, pueda ayudarnos. Él dijo:

 

“ Aquí culmina el relato. Mi conclusión final es la siguiente:

teme a Dios y obedece sus mandatos,

porque ese es el deber que tenemos todos.”

Eclesiastés 12:13 NTV

 

Luego de leer esta tremenda reflexión que Salomón comparte, podemos concluir que la más importante enseñanza que podemos dejar a nuestros hijos es el Temor a Dios.

Esto no se trata de impartirles miedo o terror acerca de Dios, sino que debemos guiarlos a  respetar, amar y obedecer a Jesús en todo tiempo. Éste es el secreto para que nuestros hijos crezcan teniendo intimidad sincera con Dios.

Así que, a partir de hoy, empecemos a aplicar algunos principios prácticos que nos ayudarán en este proceso de guiar a nuestros hijos por el camino de la sabiduría y la comunión con Dios:

• Decide amarlos a diario y preocúpate por cada uno de ellos y  sus necesidades, teniendo paciencia en la formación de su carácter. Recuerda que cada hijo es diferente al otro y por eso el proceso es diferente en cada uno.

• Toma las riendas de la autoridad aún en su edad temprana y ejerce un liderazgo constante en la vida de tus hijos. Ellos aprenderán de tu ejemplo y en algún momento de sus vidas agradecerán tu firmeza y determinación por formar en ellos lo mejor!

• No permitas que desarrollen hábitos que lleven a la rebeldía, a desafiar la autoridad y a la falta de respeto.

• No permitas la opresión en tu casa. No utilices técnicas rígidas para criarlos y corregirlos. La disciplina debe ser impartida de acuerdo a como la Palabra nos enseña: en amor y dominio propio, no en ira, frustración ni violencia.

• Trátalos con respeto. Esa es la única forma en la que ellos te respetarán a ti. Recuerda que respeto y temor son cosas diferentes.

• Enséñales con tu ejemplo: que te vean orando, leyendo la Biblia, yendo a la iglesia y siendo de influencia en otros.

En este punto es importante que saques tiempo para leerles la Biblia; cuéntales las historias de los grandes héroes de la fe y háblales de cómo ellos pueden ser esos Pequeños Héroes de este tiempo! Memoriza con ellos la Palabra y desarrolla  actividades o manualidades que los entretengan, pero que al mismo tiempo los lleven a aprender algo nuevo y edificante.

Enséñales desde temprana edad sobre el amor y la misericordia de Dios, pero también enséñales a reconocer el pecado y sus consecuencias.

Y por último, disfruta el proceso de enseñanza, confiando en que Dios hará mucho más por ellos de lo que nosotros, como padres, podemos hacer.

 

“40 Y haré con ellos pacto eterno, que no me volveré atrás de hacerles bien,

y pondré mi temor en el corazón de ellos,  para que no se aparten de mí.

41 Y me alegraré con ellos haciéndoles bien,

y los plantaré en esta tierra en verdad, de todo mi corazón y de toda mi alma.”

Jeremías 32:40-41

 

Equipo de Kids MCI Bogotá