TIEMPO DE ACTUAR

Por MCI

Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu, en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino, que vino Hanani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén. Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos.”.

Nehemías 1:1-4

ALGO EN QUE PENSAR

Es interesante conocer lo que significa el nombre Nehemías: consolador, Jehová consuela o consolado por el Señor, pues precisamente a través de la vida de este hombre, el pueblo de Israel, el cual  se encontraba en gran dolor y desprotegidos, pudo ser reedificado no solo en sus muros derribados sino también en su condición espiritual, recibiendo consolación y protección del Dios altísimo.

Nehemías, quien era copero del Rey (un puesto muy importante en su época) probablemente era un hombre a quien no le faltaba nada, pues gozaba de la confianza y la cercanía de las personas del reino para quien trabajaba.  Sin embargo, cuando escuchó la condición en la que se encontraban sus hermanos y su amada ciudad, decidió dejar su comodidad, depender de Dios y actuar por amor a su pueblo.

Al igual que Nehemías, estamos siendo llamados por Dios para ser hombres y mujeres de acción, para ponernos en la brecha por las familias y no dejar que ningún poder del mal avance y destruya el propósito divino para nuestra nación. ¡Es tiempo de actuar a través de la oración, el ayuno y la Sangre de Jesús!

  1. MIRA A TU ALREDEDOR

No es necesario ir muy lejos para reconocer la necesidad que actualmente viven los hogares. Como en la época de Nehemías, muchas familias se encuentran en gran aflicción, padres desconectados de sus hijos, hijos en rebeldía, desorientados y oprimidos emocionalmente, división entre esposos, enfermedad, depresión, falta de propósito etc.

Quedan muy pocas semanas para concluir el año, así que nuestro desafío será dejar a un lado la indiferencia, nuestra comodidad y abrir nuestros ojos y mirar a nuestro alrededor. Nos sorprenderemos al reconocer la gran necesidad que viven personas que están muy cerca, personas que están a la espera que un valiente intercesor actúe, ore con fe y traiga el cielo a la tierra.

  • Por un momento piensa en las personas que conoces que tengan algún área de su vida en ruinas y si es necesario haz un listado con las necesidades. ¡Tú eres el líder que hará la diferencia, Dios te va a usar!
  • Determinen a partir de esta semana actuar y ser luz. ¡El milagro está al alcance de una oración!

 

  1. IDENTIFICA LOS ARGUMENTOS

“Cuando oí estas palabras me senté y lloré…”

Nehemías 1:4a

  • Vemos que aunque se nos relata lo que hizo Nehemías: “sentarse y llorar” esto nos hace entender que no es sinónimo de “no hacer nada” sino todo lo contrario, fue una actitud de estar en quietud ante Dios, para examinar su corazón y evaluar también el porqué de la condición de Jerusalén.
  • La Palabra nos enseña que la maldición nunca viene sin causa (Proverbios 26:2) Esto quiere decir que cuando alguien se encuentra en gran afrenta, es consecuencia de permitir el pecado o simplemente de no tener temor a Dios.
  • Cuando tomamos la actitud de Nehemías de buscar revelación por parte del Espíritu de Dios, nuestros ojos espirituales son abiertos y podemos identificar aquellos argumentos que se han levantado en contra para traer aflicción y destrucción.
  • Al igual que Nehemías, sentiremos un gran dolor que nos llevará a confesar nuestros pecados (indiferencia, apatía, falta de oración y amor) y los pecados de nuestros hermanos como si fueran propios. “Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis vosotros paz” Jeremías 29:7
  1. TIEMPO DE ACTUAR

“…y ayune y oré delante del Dios de los cielos.”

Nehemías 1:4b

Nehemías no fue indiferente ante el gran problema de su ciudad, él se afligió pero no se quedó ahí con un simple sentimiento de pesar por el sufrimiento de los demás, él actuó.

  • Nehemías entendió que no podía hacer nada en sus fuerzas, primeramente debía orar y ganar esta conquista en intercesión.
  • La oración y el ayuno son nuestras armas espirituales, que nos otorgan la victoria en nuestro llamado. Fue en la oración donde Dios empezó a despertar el corazón de Nehemías, le enseñó lo que debía hacer y desató Su favor para que él comenzara a actuar.
  • Así como Nehemías, Dios quiere revelarnos una estrategia clara para actuar en favor de otros, entregarnos la unción para derribar fortalezas, la autoridad para quebrantar toda opresión del maligno y el poder del Espíritu Santo que nos acompañará a través de señales y prodigios.
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