NUESTRA HISTORIA DESDE ESPAÑA
Hace casi dos años que nos mudamos a España y han pasado muchas cosas en ese tiempo, pero me gustaría volver al momento cuando todo empezó. Después de casarnos, decidimos que queríamos vivir en Holanda. A pesar de no estar seguros si ese era el lugar donde debíamos estar, queríamos establecernos en nuestros primeros años de matrimonio.
Ambos hicimos un trabajo arduo en la MCI de Utrecht, la iglesia de los papás de Esra, los pastores Rob y Maudi De Boer. Fueron años grandiosos sin duda alguna, pero después de un tiempo comenzamos a sentir que Dios tenía algo más reservado para nosotros. Comenzamos a orar y a buscar la dirección de Dios y justamente Él nos habló a través de Isaías 43:19 «He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad».
Comenzamos a orar con esta rhema, creyendo que Dios estaba a punto de hacer algo nuevo con nosotros y en nuestras vidas. Estuvimos unidos en oración y declarando la Palabra que Dios nos había dado durante un año seguido.
En enero de 2016 llegamos a Colombia para la Convención. Estábamos muy entusiasmados porque después de orar durante un año con base en esta Palabra, sabíamos que Dios nos hablaría durante esa semana. Fue una hermosa convención, pero no encontramos la dirección que estábamos buscando.
En nuestro último día en Bogotá estábamos preparados para volver a casa. Ese día recibimos una llamada inesperada del pastor César Castellanos, quien iba a iniciar un nuevo proyecto en Europa y estaba considerando que nosotros fuéramos parte de él. Después de ese momento todo comenzó a fluir, era el río de Dios. Ese mismo año nos mudamos de Holanda a Barcelona, España. Fue un tiempo donde nos fuimos acostumbrando a un nuevo país y una nueva vida.
Aunque el tiempo en Barcelona fue muy bueno, sabíamos que no era nuestro lugar. Gracias a un consejo divino a través de la pastora Johanna Castellanos, seis meses después nos mudamos a Madrid, la capital. No fue fácil, pero el propósito de Dios tiene un alto precio: obediencia total a la dirección de Dios. Y así fue como nació MCI Madrid.
No conocíamos a nadie en esta linda pero intimidante ciudad. Por la gracia de Dios, conocimos a una hermosa familia que nos ayudó a encontrar un apartamento para rentar, nos hicimos buenos amigos y fueron nuestros primeros discípulos. Ellos tienen su propia empresa y nos abrieron las puertas de su oficina para nuestra primera célula. Recuerdo que 22 personas asistieron la primera noche. Fue casi increíble, ¡Dios verdaderamente nos trajo al lugar donde Él quería que estuviéramos!
Unos meses más tarde, tuvimos el privilegio de recibir a los pastores César y Claudia Castellanos. Llegaron un domingo en la mañana y más tarde teníamos planeada una reunión en un hotel con nuestra célula. Después de mucho trabajo y oración, 60 personas asistieron a la reunión. ¡Todos fueron motivados y animados!
El pastor César terminó la reunión preguntándonos en dónde sería nuestra siguiente reunión. Sinceramente, no lo habíamos pensado todavía, cuando él dijo: «El próximo domingo, en el mismo lugar». Pasamos de una célula los viernes en la noche a un servicio dominical. ¡Los pastores César y Claudia tienen la habilidad de llevarte más allá en la fe!
Precisamente, esa semana contactamos de manera milagrosa al dueño de un teatro en el centro de Madrid. A pesar de que no estábamos registrados como una iglesia en ese momento y de no tener muchas garantías financieras para ofrecer, nuevamente la gracia de Dios jugó a nuestro favor. A pesar de no tener ningún instrumento ni equipo de alabanza, las personas comenzaron a venir y a creer en este sueño.
¡Estamos tan agradecidos con Dios! Siete meses después, MCI Madrid está creciendo y se está desarrollando. El primer grupo pasó por la Universidad de la Vida y tuvimos un sorprendente encuentro con 32 personas. ¡Tenemos células en diferentes partes de la ciudad y estamos a la expectativa de lo que vendrá!
Queremos agradecer a los pastores César y Claudia por creer en nosotros y por guiarnos al propósito de Dios para nuestras vidas. Los amamos mucho.
Con Dios todo es posible, y si, como dice Isaías 43:19, Dios estaba haciendo algo nuevo y ahora lo conocemos.
¡Madrid, lo mejor está por venir!
Jose Luis y Esra Barrios
Pastores MCI Madrid, España