“¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?”.
Hebreos 9:14
ALGO EN QUE PENSAR
Tanto Jesús, como el Espíritu Santo y el Padre Celestial, participaron en la redención de la humanidad, haciendo cada uno su parte. Si Jesús no hubiese tenido el respaldo y la fortaleza del Espíritu Santo, tal vez habría sido imposible que la redención se llevara a cabo; fue el Espíritu eterno de Dios el que llenó a Jesús con Su santa Presencia y le dio las fuerzas para que Él pudiese llegar hasta la cruz y ofrendar allí Su vida y Su Sangre delante de Dios, como si fuese un altar. Todo esto lo hizo por el profundo amor que Él tiene por cada uno de nosotros.
El escritor del libro de Hebreos nos indica cómo la Sangre de Jesús nos hace aceptos y nos limpia de todo pecado y argumento para que le podamos servir a Dios con libertad y podamos cumplir Su propósito en esta tierra.
Estos son algunos pasos para poder experimentar esa plena libertad en el Espíritu:
- TENER LA EXPERIENCIA DE LA CRUZ
La cruz del Calvario fue un intercambio divino y preestablecido por el mismo Dios. Todo lo malo que nosotros éramos recayó sobre Jesús para que todo lo bueno de Él viniese sobre nosotros.
El apóstol Pablo tenía muy en claro la importancia de la cruz, porque podía decir con certeza: “A diario muero”, o “Para mi el vivir es Cristo y el morir es ganancia” ¿Por qué Pablo pensaba de esta manera cuando para el ser humano la muerte es algo indeseable? Sencillamente porque él vivía a diario a los pies de Jesús, al frente de la cruz. Él entendía con claridad que ese era el lugar de intercambio, donde todo lo malo, las debilidades, las imposibilidades, las maldiciones y todo lo que oprime al ser humano, queda clavado allí y de esa manera nos es quitado ese peso que no nos deja avanzar en la carrera de la fe.
Por medio de la Sangre que Jesús derramó en la cruz del Calvario, tu vida es completamente justificada, es decir, que Dios te ve como si nunca hubieses pecado: tus pecados son borrados, tus faltas son limpiadas y tienes la libertad para relacionarte con Dios y servirle con todo tu corazón.
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- Si le sirves al Señor, cualquiera que sea el desafío que tengas en este tiempo, Él se manifestará a ti como Príncipe del ejército de Dios, para respaldarte en las batallas que ahora enfrentas y se revelará a ti de acuerdo al momento por el que atraviesas.
- Él viene a equiparte y animarte para enfrentar los nuevos retos.
- APLICAR CORRECTAMENTE LA SANGRE DE JESÚS
¿A qué se refiere el apóstol cuando habla de la semejanza de la muerte de Jesús? A las siete ocasiones en las que Jesús derramó Su Sangre.
El profeta Isaías expresó: “He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo” (isaías 40:15a). Esto nos deja ver cómo el Señor ve el globo terráqueo: tan solo como una gota de agua que se derrama del cubo. Por lo tanto, debemos entender que de la misma manera, una sola gota de la Sangre de Jesús tiene el suficiente poder para destruir toda obra del adversario y darnos la victoria sobre el enemigo.
Estos son los siete derramamientos de la Sangre de Jesús que debes aplicar sobre tu vida, tu familia, tu ministerio y tus sueños a diario:
- La Sangre que brotó de su frente en el huerto del Getsemaní
Jesús como hombre, tuvo que enfrentar el dolor, la angustia, ansiedad, preocupación, y el flagelo de la traición por parte de un integrante de su equipo de 12. Fué en el Getsemaní donde bebió la copa más amarga de su vida, en la cual estaba condensado toda la maldad, el pecado, la maldición y la opresión de la humanidad.
Por lo tanto, al aplicar una gota de esta Sangre sobre tu vida, estás declarando que eres libre de la traición e infidelidad, de la opresión y que todas las maldiciones generacionales se rompen en tu vida.
- La Sangre que brotó del cuerpo llagado de Jesús
Al aplicar este derramamiento sobre tu vida o la de un ser querido, inmediatamente es absorbida la enfermedad, el dolor físico y emocional, pero también es destruida la rebelión y el pecado.
- La Sangre que brotó de Su cabeza a causa de la corona de espinas
Este derramamiento habla de conquista. Al orar que una gota de esta Sangre caiga sobre nuestra vida, está haciendo que la maldición de la escasez, de pobreza, de deudas, de ruina sea removida, y venga esa abundancia y plenitud.
- La Sangre que brotó de Su rostro cuando le fue arrancada la barba
Al aplicar una gota de esta Sangre sobre tu vida, estás declarando que tienes la imagen y semejanza de Dios, que ya no se dirá más de ti las cosas que te caracterizaron en el pasado, sino que ahora tu imagen es transformada y tienes una nueva naturaleza.
- La Sangre que brotó de Sus manos cuando fueron clavadas
Las manos representan la productividad, los dones y talentos que una persona tiene. Al aplicar este derramamiento, viene una unción especial para multiplicar los talentos y ser llenos de los dones del Espíritu Santo, como son el don de sanidad, fe, milagros, sabiduría, ciencia, discernimiento, sanidades, don de lenguas. Todos estos te llevan a experimentar otro nivel en el área ministerial.
- La Sangre que brotó de Sus pies cuando fueron clavados
Al aplicar la Sangre que brotó de los pies de Jesús, tu vida se encamina en el propósito divino. Esto hará que venga dirección a tu vida y que el mismo Señor sea el que te guíe a tomar las decisiones correctas.
- La Sangre que brotó del costado de Jesús cuando fue atravesada la lanza
Al aplicar esta Sangre, tendremos un corazón totalmente restaurado y sano de toda herida emocional. También se manifestarán en nosotros los frutos del Espíritu Santo, por medio de los cuales podremos mostrar a otros que tenemos el carácter de Cristo.