CUANDO SOY DÉBIL, SOY FUERTE
¿Has sentido alguna vez en tu caminar con Dios que tus fuerzas humanas se debilitan? ¿Has pasado por momentos de adversidad donde sientes que la prueba es mayor de lo que puedes soportar? ¿Has pensado en abandonar la carrera antes de llegar a la gran meta?
Muchos creyentes pasan por momentos donde su fe es probada y tal vez permiten esta clase de pensamientos que tratan de desviarlos del verdadero propósito de Dios; pero la misma Palabra nos enseña que Dios es un Padre bueno, que no permitirá que atravesemos pruebas más grandes de las que podamos afrontar (por difícil que pueda parecer tu situación).
“Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová
En la tierra de los vivientes.”
Salmo 27:13
El salmista David, al escribir este verso, estaba viviendo uno de los momentos más difíciles de su vida, donde estaba siendo perseguido, oprimido por sus enemigos, en soledad y con mucha incertidumbre acerca de lo que sucedería con su vida. Pero en medio de su dificultad, declara con certeza, que verá con sus propios ojos la bondad de Dios extendida sobre su vida.
En esta enseñanza la pastora Sara Castellanos nos comparte cómo en nuestra debilidad, el mismo Dios nos fortalece por medio de la Cruz del Calvario y nos da las fuerzas que necesitamos para llegar al final de cada desafío. Él se glorifica en nuestras debilidades y cambia nuestras adversidades en peldaños para llegar más alto.