Días atrás vivimos como iglesia uno de los tiempos más sobrenaturales en la presencia de Dios y fue durante la semana de nuestra convención anual “Seamos Luz”, donde el Señor llevó a cada persona a tener una experiencia personal y poderosa con Él y donde los corazones fueron encendidos en pasión y determinación por ser luz y por trabajar por la salvación de sus respectivas ciudades y naciones.
Es así como nace en el corazón de los pastores César y Claudia Castellanos, el anhelo de que la iglesia se levante este año a la conquista de Bogotá, entendiendo que es un tiempo de gracia para que el liderazgo de la iglesia local vaya tras la redención de la ciudad y alumbre tan fuerte que las tinieblas sean disipadas en cada sector, por medio del evangelismo y de establecer células, que son esas reuniones personalizadas que se llevan a cabo en las casas semanalmente.
Al recordar lo que dice la Palabra en 2 Samuel 6:11, podemos ver algo: “Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa.” ¿A qué hace referencia “el arca de Jehová” en este verso? Sencillamente representa la presencia de Dios, y cómo ésta, cuando se establece en un lugar, hace que la atmósfera sea transformada completamente, como sucedió en el caso de este hombre Obed- edom, que durante tres meses fue prosperado y bendecido en gran manera por abrir las puertas de su casa a que morara la presencia del Señor.
Dios ha preparado el corazón de cada líder para este tiempo, donde por medio de una estrategia específica dada por el Espíritu Santo, se quiere llevar el mensaje de Jesús a cada rincón de Bogotá: basados en el libro de 1 Crónicas 26, se ha establecido que cada pareja de pastores que hace parte del equipo principal de 12 de los pastores César y Claudia, se apropie de una localidad específica de la ciudad y distribuya a su ministerio para hacer tomas evangelísticas en los diferentes barrios, a fin de poder predicar el mensaje, pero también de ir consolidando el fruto ganado y lograr que ellos abran las puertas de sus casas para una realizar una célula, ya que es ahí donde estos nuevos creyentes son cuidados y pastoreados personalmente. El gran objetivo es que en las células se formen personas que tengan el anhelo de ser parte de todo el proceso de Universidad de la Vida, para que en la media que tengan un encuentro personal con Jesús, decidan entregar la totalidad de sus vidas a Él, siendo seguramente, los futuros líderes que anhelen cumplir con el propósito de Dios.
Es importante entender que somos agentes de cambio, que el Señor nos ha llamado a ser influencia a los demás y a poner nuestros dones y talentos a Su servicio para que otros lo conozcan y así venga salvación a cada rincón de la ciudad; por eso, si asistes a la MCI Bogotá, te invitamos a ser parte activa de un ministerio si todavía no estás involucrado, o si ya tienes líder, únete a la estrategia con él para que juntamente sean un canal de bendición para ganar a otros que necesitan de Dios.
“Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud,
sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.”
Mateo 5:15
