“Jehová cumplirá su propósito en mí”.
Salmos 138: 8 a
ALGO EN QUE PENSAR
Un miembro de la iglesia del Dr. Cho, hace muchos años, se le acercó y le dijo: “Pastor Cho, tuve un sueño con usted. Soñé que me daba dinero para empezar mi empresa”. El doctor Cho se sonrió, llevó la mano al bolsillo, sacó cinco dólares, se los entregó y le dijo: “Ve y empieza tu sueño”. Y él miró los cinco dólares. “Con cinco dólares, ¿qué empresa puedo empezar?” Y le dijo: “Ve a la tienda de abastos y compra sal, lo que te alcance con esos cinco dólares, empácala en bolsas de polietileno y véndelas, así empezarás tu empresa”. Al terminar la conversación el hombre dijo “amén”; se fue a la tienda de abastos, compró la sal, la empacó y comenzó a venderla. Hoy en día es la tercera compañía productora de sal más grande en Seúl, Corea.
Es importante que entendamos que nuestro futuro y nuestro propósito está en las manos de Dios, y sólo se revelará a nuestras vidas cuando comprendemos el poder que hay en el sacrificio de Jesús en la Cruz del Calvario, y cuando entendemos que la Sangre que brotó de Sus pies cuando fue colgado en el madero, nos ubica en el centro de Su voluntad y nos lleva a estar en el lugar correcto, en el tiempo correcto y con las personas correctas.
A continuación veremos algunos principios que debemos tener en cuenta para que el propósito divino se cumpla en nuestra vida:
- UN ENCUENTRO CON LA CRUZ
“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. Hebreos 12:2
Cuando fijamos nuestros ojos en Jesús y no en las circunstancias, recobramos la fe necesaria para creer en Sus promesas para nuestras vidas, y podremos vivir esa vida abundante que Él nos ha prometido. Pero todo comienza cuando podemos tener una experiencia personal con Jesús, sobre quien podemos poner todas nuestras cargas, marcas negativas, imposibilidades, fracasos, temores, y de quien recibimos la fe, la esperanza, la seguridad de un futuro trazado por la mano de Dios.
¿Cómo sabes que has tenido un verdadero encuentro con la cruz? Hay cinco cosas que debes experimentar al acercarte a Jesús:
- Tener la plena seguridad de tu salvación.
- Ser totalmente libre de toda atadura y opresión del enemigo.
- Recibir sanidad interior y restauración emocional de cualquier herida.
- Ser llenos de los frutos y dones del Espíritu Santo.
- Tener claridad de mi llamado: entender la Visión dada a nuestra iglesia.
- LA RUTA DE MI DESTINO: LA PALABRA
“Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre todas las naciones de la tierra”. Deuteronomio 28:1
Aunque estamos viviendo en la era de las comunicaciones, paradójicamente el problema número uno en la mayoría de personas es la falta de una comunicación efectiva. Si esto sucede entre las personas que vemos, ¿qué podemos pensar de la relación de muchos con un Dios que no se ve?
El Señor quiere cerciorarse de que estamos comprendiendo muy bien cada Palabra que Él nos está transmitiendo; si la entendemos será como tener el mapa de nuestro destino, pero todo comienza según como estemos escuchando lo que Dios nos dice. Para esto se requiere oír y volver a oír. Al entender la Palabra, ésta debe atesorarse en nuestro corazón; luego debe subir a nuestros labios para declarar las verdades eternas.
Tener la Biblia y estudiarla y meditar en ella, es como tener al mismo Dios hospedado en nuestro hogar. Dejemos que el Espíritu Santo nos hable y nos revele Sus verdades.
¡Entender la Palabra de Dios , atesorarla en el corazón y declarar Sus verdades, es mover la esfera espiritual a nuestro favor!
- ENFRENTAR LA OPOSICIÓN
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”. 1Pedro 5:8
Es muy común en la vida cristiana encontrarse con la oposición espiritual, pues el enemigo está trabajando fuertemente para que el mensaje de la salvación no llegue a las personas. Existe un grupo de personas que no sabe cómo enfrentar la oposición y por eso muchas veces, a pesar de su corazón para el Señor, no alcanzan las victorias en el mundo espiritual; otros son conscientes de la oposición, pero no la enfrentan con las armas correctas.
¡Para obtener victoria en la guerra hay que usar las armas correctas! La invitación es a que cuando estés haciendo la guerra espiritual, ores aplicando este derramamiento, el de la Sangre que brotó de los pies de Jesús, recordando que es el arma atómica de Dios; al hacerlo, podrás desatar el juicio sobre las fuerzas del mal y empezarás a vivir en victoria, quitando la oposición que haya para que obtengas un gran resultado en todas las áreas de tu vida y para que puedas desarrollar tu llamado ministerial en libertad.
