Por lo general al comienzo de un año, nuestra mente es bombardeada por diferentes pensamientos que se originan por causa de las circunstancias actuales. En este caso, si bien es cierto que en este 2017 nuestro país inicia con grandes cambios socioeconómicos, nuestro verdadero llamado como iglesia es a poner toda nuestra atención en Jesús, pues de Él viene nuestra confianza, y es Él quien hace que confiemos cada vez más y mejor (Hebreos 12:2-3 TLA)
Damos gracias a Dios por revelarnos el poder que hay en la Palabra y la Sangre de Jesús, pues al entrar en contacto con estas poderosas armas espirituales, podemos renovar nuestra mente, obtener el fruto de de las promesas de Dios y obtener todo aquello que creamos. Es por esto que este año debemos anhelar tener una mente conquistadora, aquella que nos lleva a permanecer firmes a nuestros principios y a obtener grandes victorias, aún por encima de toda circunstancia.
La manera en como aprendemos a tener una mente conquistadora es guardando nuestro corazón y no permitir ninguna clase de pensamientos impuros, negativos o incorrectos. Un ejemplo claro de esto lo vemos en en la Biblia en el libro de Números capítulo 13. El liderazgo de Israel quedó dividido cuando diez de los doce espías quitaron los ojos de las promesas dadas por Dios y miraron las circunstancias; su negativismo se propagó como una plaga afectando gran parte del pueblo, más Josué y Caleb que tuvieron un espíritu diferente, que es el espíritu de fe y de conquista, recibieron la promesa de heredar la tierra prometida y luego fueron exaltados por Dios dentro del liderazgo.
Lo que hizo diferente a Josué y Caleb del resto de los espías, fue su manera de pensar. Con base en su ejemplo, queremos compartir 4 principios que le ayudarán a desarrollar una mente conquistadora:
1. No acepte pensamientos de fracaso
Los pensamientos de fracaso tienen el propósito de destruirlo, quitarle la fe y la esperanza para que no tenga el ánimo de avanzar y conquistar. Cuando le abre la puerta a un pensamiento de fracaso, le está abriendo la puerta a la depresión y a sentir que todo lo que hace no tiene ningún sentido. Un pensamiento de fracaso le hará las imposibilidades y ver cualquier circunstancia como un gigante.
Los pensamientos del diligente conllevan a la abundancia
Proverbios 21:5
Este año determine ser esa persona que piensa diligentemente, no mire al fracaso ni permita que el pasado lo limite, crea que Dios está con usted, crea que el Señor y usted ya son una gran mayoría.
2. Llene su mente de la Palabra de Dios
Determine oír y leer la Palabra de Dios todos los días. Llene su mente de los pensamientos de Dios que vienen impresos en Su Palabra. La manera de enfrentar los problemas no es pensando en ellos continuamente, pues la preocupación lo distancia de la fe. Aprenda a depositar todas sus cargas y ansiedades en las manos de Dios.
Fijar sus ojos en Dios, lo llenará de una poderosa motivación, una gran confianza y una plena seguridad de triunfo, pues sentirá cada vez más que Dios está de su lado y que Él no lo dejará caer en manos de sus adversarios.
3. Renueve la manera de pensar
No acepte el fracaso, tenga metas por día, por semana, por mes. No permita ningún pensamiento negativo, no hable nada negativo. Si logra la meta de un día prolónguela por una semana, luego un mes y si la puede cumplir, extiéndala a todo el año. Notará cómo se va convirtiendo en un vencedor, cómo se va convirtiendo en un conquistador de sí mismo y de todo lo que se proponga.
Dios desea renovar su mente y su entendimiento. Renuncie a todo pensamiento que no provenga de Él; acepte, crea y sea sensible a Su voz y a Su Palabra y permita el control de su vida al Espíritu Santo.
4. Tenga una mente espiritual
“Pero a mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión”
(Números 14:24)
Para tener una mente espiritual, es necesario que ésta se llene con la Palabra de Dios, esto le dará la fe para dar nombre de bendición a cada día y le llenará de pensamientos inspirados por el Espíritu Santo para hablar lo sobrenatural frente a cualquier circunstancia. Recuerde que una mente espiritual cree y acepta lo que Dios ha dicho.
