La MCI Bogotá tiene un lugar especial en mi corazón, porque fue a través del ministerio de los pastores César y Claudia Castellanos, fundadores de la Visión G12, que Dios trajo una gran restauración a mi vida, familia e iglesia. Cuando visité Colombia por primera vez, mi familia estaba atravesando un momento difícil debido a que mi esposa y madre de nuestros tres hijos había muerto unos meses atrás.
Una noche, durante la Convención Internacional G12 del 2003, el pastor César se reunió conmigo y mis hijos Wesley, James y mi hija Melody, que en aquel entonces tenían 25, 23 y 19 años respectivamente. De aquel encuentro me impresionó la manera tan bondadosa y especial en la que el pastor César nos habló. Al final de la reunión le pedí que orara por mí. En lugar de hacerlo, el pastor se arrodilló a mi lado, me abrazó y lloró sobre mí. No esperaba eso y tampoco la paz que vino a mi corazón en ese momento.
A través de ese encuentro, entendí inmediatamente que el amor de Jesús está en el corazón de la Visión G12. También pude observar que el pastor César se expresaba de una manera sencilla –pero de una manera radical– siguiendo el ejemplo de Jesús al entrenar su equipos de 12 discípulos, que a su vez se multiplicarían para cuidar a otros discípulos y a las multitudes. Desde ese momento vino un cambio grande y positivo a nuestra iglesia en Windsor, hogar de la Reina, en el Reino Unido.
En los siguientes meses, vimos también una gran restauración en nuestra familia cuando mis dos hijos, Wesley y James, conocieron y se casaron con dos hermosas hermanas cristianas, Wilana y Vasti, de Robertson (Sudáfrica). Dos años más tarde, mi hija Melody se casó con Drikus, el hermano de mis dos nueras. Ellos han sido fieles, fructíferos y han sido bendecidos con una gran familia, trece nietos –nueve niños y cuatro niñas–.
Pero esta maravillosa historia de la gracia de Dios hacia nuestra familia no terminó ahí. El año pasado descubrí que aunque fui viudo y estuve solo en el pastorado por 14 años, Dios no me había olvidado.
Y Él tampoco había olvidado a una hermosa y fiel señorita cristiana de la MCI Bogotá. Adriana Bastidas también había experimentado mucha tristeza en su vida. Sus padres se divorciaron cuando ella tenía cuatro años y nunca volvió a ver a su padre en 40 años.
Su madre, que era su mejor amiga, murió en un accidente de tránsito cuando ella tenía 18. A la edad de 24, su matrimonio terminó y quedó con la responsabilidad de criar dos hijos y una bebé de seis meses.
Durante cinco años combinó la vida de ama de casa y un trabajo en el Gobierno con sus estudios universitarios. Después de graduarse con las mejores calificaciones, comenzó una exitosa empresa.
“La vida era muy difícil y tenía un gran dolor en mi corazón”.
Adriana Bastidas
Un día, hace aproximadamente diez años, su estilista, que asistía a la MCI, la invitó a un gran evento evangelístico en el parque Simón Bolívar. El predicador de aquel evento era el pastor Omar Cabrera Jr. desde Argentina, quien dijo que había un paraíso en la tierra disponible para muchas mujeres que se sentían abandonadas.
En palabras de Adriana: “Siempre creí que era posible conocer el paraíso en la tierra, pero nunca lo había experimentado. En esos momentos, creí que había esperanza para mí. Tuve la revelación de que Dios es real. Me arrodillé y le pedí a Jesús que me ayudara. Lloré mucho, pero cuando me levanté yo era diferente, ya no había dolor en mi corazón. Creí que Dios tenía un nuevo futuro para mí”.
A partir de ese momento, Adriana se convirtió en una cristiana completamente comprometida, en una fiel asistente, y luego líder de célula de la MCI. Año tras año, a pesar de no ver la respuesta, seguía orando para encontrar al hombre adecuado para casarse. En la Convención Internacional G12 de Bogotá del 2016, descubrió que su esposo sería un pastor de Inglaterra, que había escrito un libro llamado “Esperanza y Futuro”.
Bueno, ese pastor era yo. Después del apoyo y consejo de nuestras familias y de los pastores César y Claudia, nos casamos en junio el año pasado en la ciudad de Miami. Desde entonces hemos tenido la oportunidad de decirle a miles de personas en diferentes naciones que siempre tienen que “apuntarle a lo mejor y nunca rendirse”. Dios ha sido fiel con nosotros y será fiel con cada uno de ustedes también.
El pastor Wes Richards ha sido el coordinador de la red G12 en el Reino Unido por muchos años. Es el pastor principal de King’s Church International, una iglesia con sede en Windsor, Inglaterra y Robertson, Sudáfrica.
La pastora Adriana Richards ha dirigido su propia empresa de Seguros por muchos años en Bogotá.