¿CÓMO ORAR CORRECTAMENTE?
TEXTO BÍBLICO
Daniel 9:3-5
“Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza. Y oré a Jehová mi Dios e hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos; hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas”
ALGO EN QUÉ PENSAR
¿Cuántas veces nos ha sucedido que no experimentamos una vida avivada porque no disfrutamos de la oración, o desconocemos su poder? Es posible que muchos realmente agendemos tiempo para orar, nos programemos incluso con recursos como libros y diferentes herramientas para hacer de ese tiempo algo más productivo, pero al levantarnos de nuestras rodillas, lo hacemos sin sentir alivio o sin un verdadero alcance ¡Es tiempo de tomar en serio nuestra oración y desatar vida!
Para el profeta Daniel, su tiempo de oración era un asunto verdaderamente serio. De él, podemos aprender cómo a través de sus conversaciones con Dios no sólo afirmaba su confianza en Él, sino que además confesaba sus pecados y clamaba por la restauración de su pueblo, aún en tiempos críticos, donde había oposición para orar con libertad.
DESARROLLO
- OREMOS CON ENTENDIMIENTO
Mateo 6:7
«Y al orar no uséis vanas repeticiones…”
A veces divagamos en nuestra manera de orar, sin obtener nada, porque carecemos de objetivos claros, pasión y constancia. Las Escrituras nos enseñan que para entrar en la presencia de Dios no necesitamos repetir frases inútiles o vacías, al contrario, Él anhela que podamos acercarnos con total disposición de mostrarnos tal cual somos, presentando nuestras luchas más grandes y desnudando nuestro corazón genuinamente.
- Únete al sentir de nuestros pastores, involúcrate en la estrategia espiritual “30 días por la Vida” Estar en sintonía con este mover específico, te permitirá tener tiempos de oración con objetivos claros.
- Estudia cada uno de los derramamientos de la sangre de Jesús. Al ser revelados a tu corazón, te apropiarás de todos los beneficios sobrenaturales que cada uno de ellos tiene.
- Haz un listado de tres personas por las cuales deseas orar para que sean salvos (amigos, familia, compañeros de oficina, estudio, vecinos etc) Puedes orar también por áreas específicas de tu vida, sueños etc. ¡Recuerda que el propósito es desatar vida!
- TENGAMOS DISCIPLINAS ESPIRITUALES
Cada día tenemos la oportunidad de tener un nuevo comienzo, recibir la gracia y el favor de Dios. Es por esto que, lo que hacemos en los primeros momentos del día, determinará cómo serán las horas restantes. Establecer disciplinas que fortalezcan nuestra vida espiritual, es fruto de ser perseverantes en practicar diariamente un hábito.
- Aviva tu vida Devocional: Quizá has aplazado dar este primer paso, pero determina comenzar hoy. Solo necesitas establecer una hora y lugar específicos; cuaderno, bolígrafo y un corazón dispuesto para escuchar la voz de Dios hablando a tu vida a través del estudio de una porción de la Biblia.
- Intercesión: ¡Se desata poder del cielo cuando oramos juntos por un mismo propósito! Participa de las intercesiones establecidas en tu iglesia. Es en esos momentos donde aprendes a orar, tu corazón es mudado, se despierta la compasión y eres avivado por el Espíritu Santo.
- “MENOS DE NOSOTROS Y MÁS DE DIOS”
Daniel 9:3
“Y volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y ceniza”
Siempre, la estrategia del enemigo es lograr desconectarnos de la Palabra de Dios, haciéndonos depender de nuestras propias fuerzas. Él busca robarnos la visión para que dejemos de ser renovados y transformados, para que perdamos así nuestra identidad y potencial en Cristo. Pero entonces ¿Cuál es esa arma de defensa? El Ayuno.
Este es un tiempo donde durante 30 días Dios quiere avivar nuestra vida y también usarnos para llevar vida a otros, pero para salir a la conquista, se hace indispensable remover primero de nuestra vida aquellas cosas que estorban el mover de Dios, las cuales son argumentos, pecado, desobediencia, inconstancia y religiosidad.
Al ayunar, nos estamos volviendo a Dios de todo corazón con el propósito de hacer cambios, ver resultados en el mundo espiritual y desatar Sus manifestaciones de poder en nuestra vida, familia y nación. Es tiempo de decir ¡menos de nosotros y más de ti Dios!
ORACIÓN Y MINISTRACIÓN
- Pide que se hagan en parejas, para que de esta manera puedan compartir entre sí algunas luchas, desafíos y sueños. Luego, el propósito es que tengan un tiempo para orar los unos por los otros. Recuérdales la importancia de estar en unidad con la Palabra de Dios.
- Ora por tu célula desatando una unción fresca en la vida devocional de cada asistente. Recuerda ministrar teniendo en cuenta cada uno de los puntos de la charla.
- Motiva a cada asistente a participar de este desafío de “30 días por la Vida” a través de los tiempos de intercesión y las estrategias de oración.
- Llévalos a visualizar que cada petición y oración en este tiempo será escuchada y que la mano de Dios se moverá trayendo vida en cada área de sus vidas.
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