Antes de conocer a Jesús de una manera personal no tenía idea de lo qué sería un devocional. Un día tuve un sentir en mi corazón, ponerle una cita a Dios, e hice una corta oración: “Señor me gustaría tener una cita contigo, te espero mañana a las 10:00 P.M., en la sala de mi casa”. Escogí esa hora porque sabía que todos en mi hogar estarían durmiendo y quería absoluta privacidad. Me preparé para esa cita, y puedo decirles que fue la cita más gloriosa que alguien pueda tener. Todo dentro de mí cambió; experimenté el nuevo nacimiento y desde ese momento el relacionarme con Dios a diario es uno de los más grandes privilegios que tengo; saber que el ser más importante de todo el Universo se interesa por mis necesidad es algo maravilloso.
Gracias a esta relación que creció con Dios, como familia fuimos guiados por Él en cada paso que tuvimos que dar, y aunque pasamos por muchas pruebas y luchas, de todas el Señor nos ha librado. Puedo decirles que los momentos más importantes de cada día, son los que puedo disfrutar en Su presencia, donde siento que Él me envuelve con la gracia de Su amor. El mismo Jesús nos enseñó este principio cuando dijo: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mateo 6:6).
Estar en contacto con Dios y Su Palabra cada día, hará de usted un discípulo fiel que lleve el amor del Padre a esta generación.
Pastor César Castellanos
