En la Biblia encontramos llamados contundentes y específicos a buscar a Dios en oración y ayuno con el propósito de hacer cambios y ver resultados en el mundo espiritual. Si le damos la importancia al tiempo de ayuno estaremos listos para recibir algo mayor de parte del Señor.
Uno de los ejemplos que me parece increíble respecto al poder del ayuno, lo veo en Jonás 3:5 donde habla de Nínive, una ciudad mencionada en la Biblia como un lugar donde la gente no era espiritual, cuyos habitantes estaban totalmente perdidos y a quien Dios había determinado destruir por causa de su pecado. Sin embargo, en Su misericordia, les da una oportunidad y les envía Su Palabra a través del profeta Jonás.
Fue así como la ciudad escucha el decreto de Dios y determinan hacer un alto en el camino. Pero esta no fue una invitación solo para algunos, fue casi una instrucción establecida para todo el pueblo que incluyó a los niños de pecho, a los mayores y aún a los animales. Lo valioso de la historia es que a través de este ayuno, lograron un propósito: detener el juicio de Dios.
A la luz de esta palabra encontramos dos cosas que podemos resaltar y tomar para nuestras vidas: lo primero es que tenemos un llamado a buscar la Mano de nuestro Dios; lo segundo es que, así como los Ninivitas, debemos creer a Dios, proclamar ayuno y desde el mayor hasta el menor, buscar el arrepentimiento.
ESTE AÑO NUESTRO NIVEL DE CONQUISTA DEBE SER MAYOR, Y PARA ESTO DEBEMOS PRACTICAR EN UNIDAD UNA DE LAS DISCIPLINAS ESPIRITUALES MÁS IMPORTANTE EN LA VIDA DEL CRISTIANO, EL VERDADERO AYUNO
Sabemos que más que abstenerse de alimentos por capricho personal, o religiosidad, el ayuno debe tener un propósito espiritual. La mayoría de hombres en la Palabra fueron llamados en un momento crítico o definitivo en sus vidas, aplicaron esta disciplina y algo cambió de manera sobrenatural, se despojaron de lo incorrecto y recibieron el respaldo de Dios para poder cumplir su propósito y tarea.
En Jesús vemos la importancia que le dio al ayuno en Su vida personal:
1. Aún siendo el hijo de Dios no dejó de lado este acto tan poderoso además lo estableció como principio en la vida de sus discípulos.
2. Jesús ayunó movido por el Espíritu Santo y fue un tiempo de preparación para obtener victoria en los desafíos que enfrentaría en Su ministerio.
3. A través del ayuno, salió en el poder del Espíritu Santo.
4. Su vida contó siempre con la unción y la autoridad de Dios.
El Señor nos está llamando para que entremos en una preparación espiritual y podamos experimentar el poder de Dios en nuestras vidas, saliendo victoriosos frente a cada desafío que tengamos por delante.
Pastor MCI Bogotá · Daniel Berrios
