Como cristianos, hemos visto el alcance sobrenatural que tiene la oración y el poder que se libera cuando dos o más se reunen para pedir en acuerdo por una misma cosa delante de Dios; desata los aires y puede cambiar personas, familias, pero también ciudades, departamentos y naciones.
Quienes han recibido respuesta a sus oraciones, saben que ésta es una de las armas más poderosas que el creyente tiene en el mundo espiritual, porque es la manera directa de establecer contacto con el cielo y mover la mano de Dios a su favor, y es la estrategia más efectiva que ha funcionado desde la antigüedad en los grandes hombres de Dios que nos muestra las Escrituras, hasta nuestros días.
El doctor Derek Prince citó en uno de sus libros una poderosa verdad acerca de la oración: “Es posible, por los mismos medios de la oración y el ayuno, que nosotros provoquemos la intervención de Dios en la historia en la actualidad de forma tan poderosa y drástica como las que hay registradas en la Biblia. Es tanto una necesidad abrumadora como una posibilidad gloriosa. De hecho, creo que Dios está esperando que lo hagamos”. Sin duda, el mensaje que este gran hombre de Dios quiso transmitir a esta generación, es que en nuestras manos está el futuro de nuestra nación y su cambio para bien, y tenemos a nuestro alcance el arma más poderosa que trae transformación, y es la oración y el Señor espera que su iglesia se levante a clamar de una manera diferente.
Este es un tiempo crucial para la nación de Colombia, donde se están tomando decisiones trascendentales que se verán reflejadas en la economía, en lo social, en el pueblo y en las familias, y es por esta razón que la oración juega un papel fundamental en este momento, porque es la manera de decirle al Señor que Él como nuestro Juez, nuestro Legislador y nuestro Rey, sea quien determine el futuro para Colombia. La Palabra nos habla de un principio importante en 2 Crónicas: “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
ESTE MENSAJE ES DE PARTE DE DIOS PARA NOSOTROS COMO IGLESIA Y PARA ESTOS TIEMPOS, DONDE NOS ESTÁ LLEVANDO A HUMILLARNOS DELANTE DE ÉL, NO IMPORTANDO SI ERES NUEVO EN LA IGLESIA, O SI ERES LÍDER, O PASTOR, SINO QUE TODOS COMO UNO SOLO, DEBEMOS RENDIRNOS EN LA PRESENCIA DE DIOS, CLAMANDO E IMPLORANDO MISERICORDIA Y PERDÓN POR NUESTRA AMADA NACIÓN DE COLOMBIA; DE ESTA MANERA, EL MISMO SEÑOR PROMETE OÍR LA ORACIÓN DE SU PUEBLO, PERDONAR Y SANAR LA TIERRA.
Es por esto que el próximo viernes 30 de septiembre de 2016, será un día histórico para la iglesia en Colombia, porque todos estaremos en un mismo sentir, orando, clamando y velando por el bienestar de nuestra nación. Así que, con un espíritu pronto para interceder, te esperamos desde las 6pm en la sede MCI más cercana ubicada en la ciudad que te encuentres, para que juntos levantemos nuestras voces en oración por la protección sobre Colombia y declaremos unánimes lo que dice Isaías 60:18
“Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción ni quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación, y a tus puertas Alabanza.”
